Ningún producto
Mariló, que soy yo, está detrás de la marca. Para lo bueno y para lo malo yo me encargo de todo el proceso, desde el diseño, patronaje, confección, hasta el control y búsqueda de materiales, comunicación...
Por ahora me encargo de todo, aunque siempre tengo ayuda de la gente que tengo cerca (amigos, familia...).
Hace unos años debido a un problema de salud decidí hacer un cambio. Dejé mi trabajo y mi vida en Londres y me volví a casa, Donosti. Quería una vida más "SLOW". Una vez en Donosti estudié un grado superior en vestuario a medida y de espectáculos. Ahí comencé en el mundo de la moda, diseño y confección. Los accesorios y en concreto los bolsos siempre me habían interesado especialmente y me lancé a hacer algo, pero desde un marco de sostenibilidad y respeto siguiendo esa filosofía "slow" que me había hecho decidirme por ese cambio.
La inspiración para mi es algo complicado de explicar, muchas veces creo algo y no se muy bien de dónde viene. Hay temas, lugares, sentimientos...sobre los que me encuentro pensando muy a menudo, y creo que eso puede ser lo que me inspira inconscientemente: sencillez, minimalismo, respeto, naturaleza, funcionalidad...
Hace tiempo una amiga me habló de un proyecto que estaba desarrollando su cuñado con un tipo de papel que se utilizaba como textil. Me pareció alucinante. Me gustó el enfoque ecológico e innovador del proyecto, pero ahí se quedó. Unos años después, cuando terminé mis estudios de textil, me volvió a la cabeza aquella idea y me puse a buscar y a investigar diferentes materiales, materiales alternativos que fueran sostenibles y respetuosos con el planeta. En esta búsqueda encontré un tipo de papel, diferente al del proyecto que tanto me había impresionado, pero que también se trataba como textil y que tenía muchas posibilidades y así fue como empecé a trabajar con este material.
Es cierto, quizás uno de los aspectos que más sorprende es que se puede lavar, es más, para confeccionar este material yo mojo previamente cada pieza porque hace el papel más flexible y fácil para trabajar.
El papel está tratado con resinas que lo hacen resistente, pero para mí lo más destacables de este material y lo que hizo que me decidiese a desarrollar la marca es que está certificado por OEKO-TEX (libre de químicos dañinos para las personas y el planeta) y FSC. Estas certificaciones eran imprescindibles para que el proyecto tuviese todo el sentido que debía tener.
Las colecciones las desarrollo, de principio a fin, en Donosti. El proceso es muy artesanal y todo sale de una pequeña habitación, quizás demasiado pequeña, me gustaría contar con más espacio pero todo a su tiempo!
La acogida en el primer año de vida la valoro como muy buena. Poco a poco se van cumpliendo objetivos. No quiero correr, quiero ir despacio (slow), pero haciendo las cosas bien. El encargarse una sola de todo tiene sus pros y sus contras, pero el ir despacio la considero bueno. Despacio se hacen las cosas mejor.